miércoles, 4 de abril de 2012

SOCIOS DE LOS GATOS: EDGAR ALLA POE

Edgar Allan Poe: Sublime Macabro con olor a Moonshine


Durante un viaje a Estados Unidos, fue una visita obligatoria ir a la Casa Museo donde nació Edgar Allan Poe un 19 de enero de 1809, dado que si yo escribo cuentos de terror es debido a que mi profesor de inglés James Martin me obligó a leer los escritos de Poe de cabo a rabo. Edgar murió completamente ebrio un 7 de octubre de 1849 a los 40 años de edad en Baltimore, y junto a la inglesa Mary Shelley es el padre del género moderno de terror.
Edgar vino al mundo en el seno de una familia de actores itinerantes, siendo su padre el irresponsable David Poe jr. y su madre la bellísima Elizabeth Arnold Hopkins.Elizabeth, tras verse abandonada por su patán marido(quien murió poco después de dejar el hogar), ya padecía tuberculosis y en 1811 a Edgar le tocó ver el cadáver exangue de su idolatrada madre. William,hermano de Edgar, murió en la infancia y Rosalie, hermana de Edgar, moriría loca. Al quedar el hogar desmantelado, Edgar fue llevado a la casa de un comerciante de Richmond llamado John Allan, quien lo adoptó informalmente y hasta le proporcionó una fina educación en Inglaterra. Tras el trauma de ver a su madre muerta, Edgar se convirtió en un chiquillo huraño y llorón, y en el colegio inglés de Manor School at Stoke Newington era el solitario de la clase, escapando a menudo a un mundo de fantasía que luego plasmaría en sus obras. Poe en agradecimiento a su padrastro mercader se puso el Allan de nombre de en medio, aunque nunca fue legalmente adoptado.
Edgar entró a la universidad de Virginia en 1826, pero lo expulsaron por no pagar sus deudas ya que era ludópata consumado.Allan, furioso, lo desheredó y en 1827 Edgar se metió al ejército como soldado raso para conservar cuerpo y alma juntos. En 1830 Edgar logró entrar a la academia de West Point, de donde fue echado a patadas al año siguiente por indolente, díscolo, borracho y tahur. En 1833 apareció viviendo en Baltimore en casa de una hermana de su padre, la Sra. María Clemm. Tras ganarse 50 dólares como premio a un cuento llamado "mensaje en una Botella", inició sus labores como miembro de varias revistas y periódicos, pasando a unirse al club de lo que los "titulados" peyorativamente nos llaman "papafritas" o periodistas empíricos.Fue por esta época en que escribió algunas de sus mejores historias.En 1836 Edgar se casó con su prima de apenas 13 años Virginia Clemm. Era una chica frágil con una tuberculosis incipiente que no le permitiría darle hijos a Edgar, y aveces pasaban tanta pobreza que Edgar le colocaba a sus gatos negros Catarina y Plutón en el pecho para que la muchacha sintiera un poco de calor, ya que no podía comprarle cobijas. Virginia, su adorada Ginny, le duró solo 5 años y reza la leyenda que Edgar andaba en el cañaveral cuando la mujer murió. Según el folklore gringo, Edgar quiso desenterrar a su mujer para darle un último adiós, pero otros afirman que él estuvo presente cuando Virginia murió devastada por la tisis, y Plutón, el enorme gato negro que Edgar inmortalizaría en El Gato Negro, languideció sobre la tumba de ella.
Tras la muerte de su esposa, Edgar se entregó más a la bebida ya las drogas. En 1849, poco antes de morir, recordó a su mujer en el bello poema Annabel Lee. En 1840 habían aparecido los primeros cuentos en la colección Relatos de lo grotesco y Arabesco, conteniendo el famoso relato La Caída de la Casa de Usher. En 1838 había impactado a muchos con su Narrativa de Arthur Gordon Pym. Edgar lograba ganarse la vida escasamente escribiendo en diversos medios, y era ignorado por la crítica. En 1845 apareció su poema de amor perdido titulado El Cuervo, escrito en medio de un ataque de delirium tremens tras ingerir cantidades navegables de moonshine(una especie de cususa de maíz que se destila en el sur de Estados Unidos). Edgar intentó suicidarse en 1848 pero milagrosamente se salvó. En 1849, tras unos tragos en el cumpleaños de un amigo, desapareció por tres días en tremenda bolenca. No logró visitar a una noviecilla que tenpia en Richmond, y que se parecía mucho a la difunta Virginia. Un conocido lo encontró en medio de un pavoroso delirium tremens en una cuneta de Baltimore y aunque le dieron atención médica, Edgar nunca recobró el conocimiento y murió un 7 de octubre de 1849.
Edgar, cuando estaba bueno y sano(pocas veces) era un hombre tierno, dulce y encantador. Amaba con pasión a los animales, y a lo largo de su vida tuvo varios gatos por los cuales se quitaba el bocado de la boca para que ellos comieran. Sus favoritos eran los mininos negros-los mensajeros del más allá, a como él los llamaba-y entre los más conocidos estuvieron Catarina y Plutón, quienes sirvieron de calefacción improvisada sobre el pecho de la moribunda Virginia. Edgar solía leer detenidamente las páginas de sucesos de los diarios para sacar inspiración para sus cuentos macabros. Edgar prefería beber moonshine y whisky, aunque a la hora que le agarraba la taranta por beber consumía cualquier cosa desde cerveza hasta ron barato de Jamaica. Edgar a menudo temió que estuviera quedando loco, y tenía frecuentes ataques de depresión. Sufría porque no dejaba descendencia, ya que le gustaban mucho los niños.
La obra de Poe ha suscitado gran interés desde su muerte. Una princesa de la familia de Napoleón Bonaparte escribió un libro sobre él, y el francés Charles Baudelaire sentía pasión por sus escritos. Edgar ejerció gran influencia sobre el dramaturgo y novelista nipón Yukio Mishima, quien recuerda que cuando chico se encerraba en su cuarto con sus gatos a leer los cuentos de Edgar en voz alta. Edgar representa a la perfección al genio bohemio cuyo valor literario es reconocido hasta luego de su muerte, y su presencia en la literatura ha posibilitado que escritores como Ira Levin(El Bebé de Rosemary), Stephen King(Cementerio de Mascotas), Jordana Natyr(Encephalia) y Clive Barker(El Juego de las Maldiciones) hayan encontrado el camino pavimentado hacia un buen susto y buen dinero de bestséllers.Todos los años durante 50 años, un misterioso hombre de negro visitó la tumba de Edgar para dejarle una botella de whisky. Otros han acudido con rosas, claveles, girasoles(los cuales Edgar consideraba bellamente siniestros), por no decir cususa, sake(vino de arroz) y otras bebidas que le hubieran gustado al maestro.
Por mi parte, mi deuda con Edgar ha sido enorme, a tal punto que hace años le dediqué un cuento a su memoria. Si debo jurar por algo, prefiero decir "por Edgar", quien es mi alfa y omega como escritor de terror a ratos que soy y no por deidad alguna que no me consta que exista. Sin Edgar Allan Poe, el terror moderno sencillamente no existiría.

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